Un curador de museos me enseñó una copia contemporánea la bula papal "Inter Caetera," mediante la cual el Papa Alejandro VI dividió el mundo entre España y Portugal con un meridiano.
¿Qué es el "carácter católico", por qué tiene importancia y qué podemos hacer los padres para formarlo en nuestros hijos?
Dos noticias recientes me han traído a la memoria a San Ireneo y la batalla que libró, diecinueve siglos atrás, contra la herejía gnóstica.
Según el hallazgo de San Ignacio, la depresión puede ser un gran desafío espiritual y también una gran oportunidad de crecimiento.
En sus escritos desde la cárcel, Bonhoeffer dijo una vez que aún el cristiano debe vivir hoy quasi Deus non daretur — como si Dios no existiera.
La obligación moral no es una cárcel de la cual el hombre tiene que liberarse para que finalmente puede hacer lo que quiera.
Ser santo no es principalmente cuestión de cuántos rosarios rezamos o en cuántas actividades cristianas estamos ocupados; es cuestión de que nuestros corazones sean transformados en un corazón de amor.
Jesús resumió su doctrina en una sorprendente y nada ambigua llamada a sus seguidores: "Vosotros, pues, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt 5,48).
Mi amigo define a su código moral en base a una premisa "Siempre que no lastime directamente a una persona que no sea yo mismo, nada de lo que haga está mal".