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Observando una obra maestra: La adoración de los pastores

  • MADELEINE STEBBINS

Domenico Ghirlandaio (1449-1494), uno de los grandes artistas del Renacimiento, pintó esta obra maestra (1485) para la Capilla Sassetti en la Basílica de la Santísima Trinidad en Florencia.  


Ghirlandaiohacer clic en la imagen para agrandar

Más tarde, el joven Miguel Ángel fue su aprendiz.

Es probable que la pintura de Ghirlandaio haya estado inspirada en el tríptico Portinari del artista flamenco Hugo van der Goes por su atención al detalle y su "manejo realista" de los tres pastores a la derecha, uno de los cuales, el de cabello castaño, corresponde al autorretrato del artista.

Esta obra de arte es soberbiamente rica en detalle y simbolismo.  Sin embargo, en vez de desenmarañar su maravillosa complejidad, intentaré percibir su espíritu general, lo que su belleza nos dice de otro mundo.

Se trata del misterio de la encarnación -Dios hecho hombre- que, por ser tan grandioso, inconcebible y superior a nuestra razón, es el principal obstáculo con que tropiezan casi todos los no cristianos.  Es como si el artista estuviese diciendo (y logra hacerlo): Intentemos dar, de una manera humana, una idea de lo más dulce, precioso, tierno y -sí- amoroso que ha ocurrido o que jamás ocurrirá: el apogeo de la belleza y la alegría.  Esta belleza es testigo de la verdad.

Donald DeMarco escribió: "La encarnación -Dios hecho hombre- da fe de la unión del cielo y la tierra… El existencialista ruso Nikolai Berdyaev sostiene que 'en la actitud creativa de los artistas hacia el mundo, alcanzamos a ver otro mundo'".

Despliega su gracia, también simbolizada por la expansión de su manto, a su alrededor. Su belleza misma es la que abre camino a lo sagrado.

En esta pintura, si bien el niño Dios se encuentra en el centro y María a su izquierda, ella ocupa un lugar preponderante como la pieza central de esa belleza, tanto terrena como celestial.  Despliega su gracia, también simbolizada por la expansión de su manto, a su alrededor.  Su belleza misma es la que abre camino a lo sagrado.  Ella es sin dudas la puerta del paraíso.  A partir de su carne, el Verbo se hizo carne.  Su ADN proviene exclusivamente de ella.  Ella es el umbral.  Debe destacarse que ella sólo hace una cosa: adora al Verbo, al Hijo de Dios, llevando a los pastores y a nosotros a acompañarla en su adoración y en su absoluta concentración en Él, el Niño indefenso cuyo poder conquistará y salvará al mundo.

Los ungüentos son del Espíritu Santo.  La delicadeza del velo de María, sus ojos castos abatidos, la inclinación suave y tierna de su cabeza, la reverencia de sus manos en oración, sus rodillas humildemente apoyadas en el suelo y la postura amorosa de todo su cuerpo sobre el Niño, todo ello nos transporta a un mundo interior de bondad moral, pureza y santidad -una bondad invencible que en definitiva supera al mal.

La multitud que aparece a la izquierda en un derroche de colores está siguiendo a los Reyes Magos, corriendo con entusiasmo y felicidad.  San José eleva su mirada al ángel y a la estrella.  Los animales están representados como las conmovedoras creaturas de Dios que son.  Parece que estuvieran adorando al Niño.  Al fondo, la ciudad santa, Jerusalén.  Toda la naturaleza, las ovejas, los caballos, los prados, las colinas distantes, los árboles, las flores están de fiesta.  En la tierra, todos los que esperaban al Mesías han visto cómo se cumplían sus esperanzas.  Todos cantan. 

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Agradecimiento

laywitness Madeleine Stebbins. Observando una obra maestra: La adoración de los pastores ("Looking at a Masterpiece: The Adoration of the Shepherds"). Lay Witness (noviembre/diciembre de 2013):

Reimpreso con el permiso de la revista Lay Witness.

Lay Witness es una publicación de Catholic United for the Faith, Inc., (CUF) un apostolado laico internacional fundado en 1968 para apoyar, defender y fomentar los esfuerzos del magisterio de la Iglesia. 

Sobre El Autor

Madeleine Stebbins, viuda del fundador de CUF, H. Lyman Stebbins, es la presidente del Directorio de CUF.

Copyright © 2013 Lay Witness
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