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Es posible que Downtown no incluya a Dios, pero no hay dudas de que permite el anti-catolicismo

  • EL PADRE ALEXANDER LUCIE-SMITH

Downton es preciso en al menos un aspecto: en que nos aporta una muestra de prejuicio anticatólico.  


downton En la búsqueda de otras noticias más urgentes, también ha surgido el cuento de que Downton Abbey no incluye a Dios.

Dejé de mirar Downton mucho tiempo atrás, pero incluso en ese momento me resultaba clarísimo que la ausencia de Dios en el programa era bastante evidente y desentonaba por completo con el modo en que vivían las grandes familias en aquellos días.

En aquellos tiempos, todos los condes asistían a la iglesia los domingos (al menos cuando estaban en el campo), dando un buen ejemplo, reuniéndose con sus arrendatarios y, desde ya, con el párroco, cuya subsistencia podría haber estado perfectamente a cargo de ellos.

El párroco era un asiduo visitante de la mansión y además una persona útil a la hora de completar los grupos.  (Esto es algo que podemos ver en las novelas de Jane Austen.  Lady Catherine de Bourgh no invita tan seguido al señor Collins para conversar con él.)

Se bendecía la mesa y todo el personal se reunía a diario para rezar en la sala del personal de servicio y en la planta alta los domingos.  No estoy tan seguro de cuándo desapareció esta costumbre, pero era una práctica generalizada antes de la Primera Guerra Mundial, si bien es probable que ya no existiera en la Segunda Guerra Mundial.

Por cierto, los peces gordos protestantes nunca hubieran contratado a sirvientes católicos, en parte debido a esta cuestión de las oraciones. Se prohibía a los católicos asistir a los servicios protestantes (no existía la 'communicatio in sacris') sin un permiso especial, que sólo se daba para determinadas ocasiones, como los funerales.  Claro está que existían otros motivos por los que los católicos no eran contratados en las grandes mansiones.

Downton es impreciso en cuanto a que los Crawleys nunca hubieran contratado a un chofer irlandés católico.  Sin embargo, es preciso en al menos una cuestión: en que nos ofrece una muestra del prejuicio anticatólico que reinaba en esa época no sólo en las clases altas, sino que en todas las clases, y que aún no ha desaparecido por completo.  Este ha sido y es, con mucho, un prejuicio social estrechamente relacionado con una aversión hacia los irlandeses y extranjeros en general. Ya he escrito sobre esto antes por lo que no voy a ser reiterativo.

Es interesante advertir que, si bien los productores del programa han prohibido a Dios, no han hecho lo mismo con el anticatolicismo, lo cual nos lleva a pensar que el anticatolicismo es la única forma de religión aceptable desde la perspectiva de los espectadores.  En otras palabras, hay personas allí (y sé que es verdad, porque me he encontrado con algunas de ellas) a las que ya no les queda una verdadera religión y el único rastro de su fe alguna vez protestante es la aversión que sienten hacia Roma.

Además, tal como se ha observado con frecuencia, la aversión a Roma se considera perfectamente respetable y está permitido expresarla en la buena sociedad.  Conocí a algunas personas que me han dicho que odian a la Iglesia católica.

Me cuesta pensar en cualquier otra institución de la que pudiera hablarse en tales términos sin provocar un asco inmediato.  Que este prejuicio continúe estando entre nosotros es una mancha en nuestra conciencia nacional.  Y la situación en Escocia es todavía mucho peor.  Sin mencionar a Irlanda del Norte.  

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Agradecimiento

heraldEl padre Alexander Lucie-Smith. "Downton may not 'do God' but it certainly does anti-Catholicism". The Catholic Herald (18 de noviembre de 2015).

Reimpreso con el permiso de Catholic Herald. The Catholic Herald es una revisa con base en Londres, creada como un periódico en 1888 y publicada en el Reino Unido y en la República de Irlanda. 

Sobre El Autor

luciesmith El padre Alexander Lucie-Smith es un sacerdote católico, doctor en teología moral y editor consultor de The Catholic Herald.   

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