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La santidad de la Madre Teresa: La Sabiduría más allá de lo Secular

  • MARY POPLIN

Ahora que la Bendita Madre Teresa será una Santa, solo se podía esperar que resucitaran algunas antiguas críticas.  


teresabl1Bendita Madre Teresa de Calcuta, MC,
1910-1997

No hay acusaciones nuevas.  El travieso ateísta, Christopher Hitchens, las "popularizó" para una muchedumbre selecta a mediado de los años noventa. Un "investigador canadiense simplemente repitió los "hallazgos", en la sección de opinión del New York Times la semana pasada. Estas acusaciones incluyen condiciones antihigiénicas, retención de alimentos, amor a la pobreza, las personas a veces desagradables que le brindaban dinero, y cómo lo utilizaba. William Doino Jr. Ofreció una de las respuestas más claras de estos cargos hace tres años y, claro, la Congregación para las Causas de los Santos las habría investigado también.

Sin embargo, quiero ir más allá de estas defensas y sugerir que nuestro desafío como cristianos es que comprendamos las cosas desde un lugar distinto. El pensamiento cristiano asume una racionalidad más elevada, una que no contradice la verdadera racionalidad del mundo secular, sino que va más allá de ésta. El mundo es racional, pero también espiritual. Hay leyes espirituales que trascienden las leyes menores de la lógica. Estas a menudo se revelan en las vidas de las personas como la Madre Teresa. Ellas conocen y viven la vida de manera distinta.

Al trabajar como voluntaria en uno de los hogares de niños de la Madre Teresa en 1996, no vi ninguna de las condiciones afirmadas en las críticas. No negaría que alguien, en algún lugar, en uno de sus Centros no enjuagó una jeringa alguna vez. Pero piensen en los terribles errores de los hospitales modernos. Aun así, se debe entender que los centros no son hospitales. La Madre Teresa insistía que los Centros eran centros religiosos.

Había hermanas ahí que tenían títulos de medicina y enfermería y médicos que daban su tiempo como voluntarios. Cuando los niños enfermos corrían peligro, las hermanas los llevaban a las salas de emergencia de los hospitales. No obstante, la Madre Teresa insistía que no estaban llamadas al trabajo social sino al trabajo religioso.

La Madre Teresa y las Misioneras creían que cada una de las personas que cuidaban era "Jesús en el inquietante disfraz de los pobres." (cf. Mt. 25: 34-40) Esta es una realidad espiritual, que no es accesible para la lógica humanista secular, si bien los secularistas y los cristianos están de acuerdo con que los pobres deben recibir asistencia médica.

Otra forma en la que las Madres Misioneras eran distintas es que nunca pedían dinero, ni recibían dinero del gobierno (ni del Vaticano). Esto estaba prohibido en sus Constituciones. Ellas entendían que si estaban realizando el trabajo de Dios, era un placer para Dios suministrarles todas sus necesidades. Para disgusto de sus críticos, Él lo hizo en abundancia.

Debido a la fe decidida en que Dios proveía, ellas no revisaban las fuentes del dinero donado de manera privada. ¿Y por qué tendrían que hacerlo? Duvalier o Keating eran como cualquier otro donante. Podrían haber querido que les tomen fotografías con ella, pero también lo hacían miles de otras personas.

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Dos principios bíblicos explican cómo tal dinero encontró su camino hacia los centros religiosos de la Madre Teresa. Proverbios 13:11 declara, Fortuna rápida vendrá a menos, quien junta poco a poco irá en aumento.  Esto es precisamente lo que sucedió en el caso de Charles Keating, que les ofrecía a sus clientes ignorantes tasas de interés muy elevadas. Proverbios 13:22 declara al justo se reserva la riqueza del pecador, y en 28:8 nuevamente proclama, El que aumente su riqueza por usura e interés, la amontona para el que se compadece de los pobres.

Los cristianos están llamados a carismas o trabajos particulares inspirados por el Espíritu Santo. El llamado especial de la Madre Teresa era el de servir a los más pobres de entre los pobres –aquellos para quienes incluso los servicios para los pobres no estaban a su alcance. Ella no estaba llamada a la ayuda alimentaria, motivo por el cual fue criticada. Por naturaleza era muy frugal, habiendo crecido ella misma en la pobreza después de la muerte prematura de su padre.

Quería abrir centros en todo el mundo; en la actualidad, existen 700 centros en 131 países.

Estuve con la Madre Teresa en Calcuta cuando salió a la luz el libro de Hitchens, luego de su película crítica en la BBC. Tuve la oportunidad de preguntarle a la Madre Teresa sobre ello y, tratando de recordar el incidente, respondió, "Oh, el libro.  No importa.  Él ha sido perdonado." Ella y las hermanas simplemente obedecían el mandato de Cristo de perdonar incondicionalmente.

Las Misioneras son como un hombre que arroja desesperadamente estrellas de mar al océano mientras que su amigo le dice que su trabajo no tiene sentido, debido al gran número que hay varadas en la orilla. Él simplemente recogió la siguiente, la lanzó de vuelta, y dijo: tuvo sentido para esa.

Algunos dicen que no perdonar es como tomar veneno con la esperanza que la otra persona muera. Las hermanas leyeron su libro, rezaron e hicieron ayuno, se examinaron a sí mismas por si encontraban algún error, y lo dejaron ir. Se libraron de su veneno; él se vio atado a éste.

Finalmente, la Madre Teresa se enfocaba en una persona a la vez. Las Misioneras son como un hombre que arroja desesperadamente estrellas de mar al océano mientras que su amigo le dice que su trabajo no tiene sentido, debido al gran número que hay varadas en la orilla. Él simplemente recogió la siguiente, la lanzó de vuelta, y dijo: tuvo sentido para esa.

La Madre no estaba interesada en grandes programas, sino solamente en atender a cada persona abandonada, sufriente, bien sean recién nacidos tirados en tachos de basura o ancianos dejados en los callejones para morir. El sufrimiento era su lote. No puedes pasar por la pobreza de Calcuta por mucho tiempo sin conocer su desesperación. Ella valoraba la persistencia de los pobres, su simplicidad y honestidad. Ella no amaba su sufrimiento; de lo contrario no hubiese trabajado tan duro para aliviarlo.

Cada cristiano con cualquier profundidad sabe que el sufrimiento bien puede producir justicia y que las personas que sufren pueden estar entre las más generosas. La Madre Teresa era un perfecto ejemplo de ello. Ella sufría oscuras noches espirituales y males físicos. Mientras más sufría, más lograba y más personas se acercaban a ella para recibir una Mirada, una palabra, que las toque. Esto es el sufrimiento de una forma Cristiana — para la Gloria de Dios y la redención de los demás.

Es un ejercicio inútil — aunque los críticos no lo saben — juzgarla por los estándares del humanismo secular.  Su llamado y su vida existían en otro plano, uno más elevado.

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Agradecimiento

poplin Mary Poplin. "Mother Teresa's Sainthood: Wisdom Beyond the Secular." The Catholic Thing (7 de abril, 2016).

Reimpreso con el permiso de The Catholic Thing. Todos los derechos reservados. Para obtener los derechos de reimpresión, escriba a: info@thecatholicthing.org.  

Sobre El Autor

poplinpoplin1Mary Poplin es profesora de educación en la Claremont Graduate University. Su trabajo en educación superior ha incluido la administración; en varias ocasiones se ha desempeñado como decana y como directora de la educación de docentes. Académicamente, explora las tendencias intelectuales contemporáneas dominantes en las diversas disciplinas académicas — las ciencias, las humanidades y las ciencias sociales.  Es autora de Finding Calcutta: What Mother Teresa Taught Me (Descubriendo Calcuta: Lo que la Madre Teresa Me Enseñó) y Is RealitySecular? (¿La realidad es secular?)

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