Diez consejos para educar el carácter de nuestros hijos

Es una realidad esencial de la vida que criar hijos buenos exige tiempo y atención. Si bien tener hijos puede ser “un acto que se realiza con total naturalidad”, ser un buen padre es una tarea mucho más complicada. Aquí les presento diez consejos que pueden ayudarlos para que sus hijos adquieran carácteres inquebrantables:

1. Prioricen la crianza de sus hijos. Esto es muy difícil en un mundo con tantas demandas que compiten entre sí. Los buenos padres deliberadamente planifican y dedican tiempo a la crianza de los hijos. Hacen que el desarrollo del carácter de sus hijos sea su principal prioridad.
2. Evalúen cómo ocupan las horas y los días de la semana. Piensen en la cantidad de tiempo que pasan con sus hijos. Planifiquen cómo pueden hacer para que sus hijos formen parte de su vida social y para participar ustedes en la de ellos.
3. Den el ejemplo. Sean realistas: los seres humanos aprenden principalmente a través de los modelos. De hecho, no pueden evitar ser un ejemplo para sus hijos, ya sea bueno o malo. Por ende, la tarea más importante que pueden tener probablemente sea ser un buen ejemplo para ellos.
4. Escuchen y vean lo que sus hijos están absorviendo. Los niños son como esponjas. La mayor parte de todo lo que incorporan tiene que ver con el carácter y los valores morales. Los libros, las canciones, la televisión, la Internet y las películas se la pasan transmitiendo mensajes -tanto morales como inmorales- a sus hijos. Como padres, debemos controlar el flujo de ideas e imágenes que están influenciando a nuestros hijos.
5. Usen lenguaje que incluya rasgos del carácter. Los niños no pueden desarrollar una brújula moral si quienes están a su alrededor no expresan lo que está bien y lo que está mal con un lenguaje claro y directo.
6. Castiguen con un corazón amoroso. Hoy en día, el castigo tiene mala reputación. Los resultados son padres atormentados por remordimientos y niños autocompasivos y fuera de control. Los niños necesitan límites. Algunas veces ignorarán estos límites. El castigo razonable es una de las formas que los seres humanos siempre hemos aprendido. Los niños deben entender para qué sirve el castigo como así también deben saber que proviene del amor de sus padres.
7. Aprendan a escuchar a sus hijos. Es fácil dejar de prestar atención a la charla de nuestros hijos. Una de las mejores cosas que podemos hacer por ellos es tomarlos en serio y destinar tiempo a escucharlos.
8. Participen activamente en la vida escolar de sus hijos.  La escuela es el suceso más importante en la vida de sus hijos. La experiencia que adquieren allí es una mezcla de triunfos y disgustos. La manera en que traten con ellos influenciará el curso de sus vidas. Ayudar a sus hijos a ser buenos estudiantes es sinónimo de ayudarlos a adquirir un carácter fuerte.
9. Denle mucha importancia a la cena familiar. Una de las tendencias más peligrosas en el mundo de hoy es la desaparición gradual de la cena familiar. La mesa familiar no sólo es un lugar para alimentarnos y tratar asuntos familiares, sino que además es un lugar para enseñar y transmitir nuestros valores. Los modales y las normas se absorven sutílmente en la mesa. Durante las comidas familiares deben comunicarse y sustentarse los ideales en los que los niños se inspirarán a lo largo de sus vidas.
10. No reduzcan la educación del carácter a meras palabras. Crecemos en virtud por medio de la práctica. Los padres deben ayudar a sus hijos promoviendo la acción moral a través de la autodisciplina, los buenos hábitos de trabajo, una conducta amable y considerada hacia los demás y el servicio comunitario. Lo fundamental en el desarrollo del carácter es la conducta - su conducta.

Como padres, queremos que nuestros hijos sean los artífices de su propio carácter, al mismo tiempo que nosotros aceptamos nuestra responsabilidad de ser arquitectos del entorno -tanto físico como moral. Es necesario que creemos un entorno en el que los niños puedan desarrollar los hábitos de honestidad, generosidad y un sentido de la justicia. Para la mayoría de nosotros, la mejor oportunidad que tenemos personalmente de profundizar nuestro propio carácter es a través de la sangre, el sudor y las lágrimas que derramamos en la lucha por ser buenos padres.