La realización que Jesús quiere para nosotros

Me preocupa que algunos de ustedes no hayan encontrado aún a Jesús realmente – cara a cara – solos ustedes y Jesús.   Podemos pasar tiempo en la capilla, pero ¿han visto con los ojos de su alma cómo Jesús los mira con amor?  ¿Conocen realmente al Jesús vivo, pero no a través de los libros sino que por haber estado con él en sus corazones?  ¿Han escuchado las palabras amorosas que nos dice? 

Pidan esa gracia; él está deseoso de dárselas.  Hasta que no oigan a Jesús en el silencio de sus mismísimos corazones, no podrán escucharlo decir "tengo sed" en los corazones de los pobres.  Nunca dejen de tener este contacto diario íntimo con Jesús como una persona viva y verdadera, no sólo como una idea.  ¿Cómo podemos pasar si quiera un solo día sin escuchar a Jesús diciéndonos "Te amo"? Es imposible.  Nuestras almas necesitan de ello en la misma medida que nuestros cuerpos necesitan del aire.  De lo contrario, la oración está muerta y la meditación se reduce a un pensamiento.  Jesús quiere que cada uno de ustedes lo escuche hablando en el silencio de sus corazones.

Tengan cuidado con todo aquello que les impida tener ese contacto personal con Jesús vivo.  El diablo puede intentar utilizar los dolores de la vida y algunas veces nuestros propios errores para hacernos sentir que es imposible que Jesús nos ame realmente, que quiera unirse realmente a nosotros.  Eso es peligroso para todos nosotros.  Y además es muy triste, porque se opone por completo a lo que Jesús quiere realmente y a lo que está esperando decirnos.  No sólo que nos ama, sino que más aún: nos echa de menos.  Nos extraña cuando no nos acercamos a él.  Tiene sed de nosotros. Nos ama siempre, incluso cuando no nos sentimos dignos de ese amor.

El es el único que siempre nos acepta, incluso cuando los demás no nos aceptan y aún cuando nosotros mismos no nos aceptamos.  Hijos míos, no tienen que ser diferentes para que Jesús los ame.  Sólo crean, ustedes son valiosos para él.  Dejen todos sus sufrimientos a sus pies, sólo abran sus corazones para que él los ame tal cual son.  Él se ocupará de lo demás.