¿La «gran mayoría» de los musulmanes son moderados?

De hecho, la premisa que en realidad tenemos sugiere que la anterior es dudosa.

Con exactitud, ¿dónde es que viven todos esos musulmanes moderados?

¿Será en Chechenia donde las autoridades instalaron campos de concentración para homosexuales? ¿Y donde 800.000 musulmanes se reunieron en 2015 en protesta por las tiras cómicas de Mahoma en la revista Charlie Hebdo? Intente juntar esa cantidad de musulmanes para una manifestación en contra del ISIS.

¿Será en Paquistán donde 100.000 se presentaron al funeral de un asesino? Había asesinado a un funcionario que pidió la derogación de las leyes de blasfemia. Numerosos grupos islámicos advirtieron a la gente que no asistiera al entierro de este último ni rezara por su alma.

¿Será en Arabia Saudita en la que con regularidad se llevan a cabo amputaciones en las plazas públicas y donde las decapitaciones frente a la comunidad no son infrecuentes? La última vez que algo así sucedió en occidente fue durante la Revolución Francesa.

¿Y la Ribera Occidental? Allí los parques, plazas y escuelas reciben el nombre de «mártires» que son honrados por haber asesinado a hombres, mujeres y niños judíos. En este lugar se considera simpático vestir a los pequeños de tres años con cinturones de bombas suicidas. Entre tanto, en las escuelas y en los canales de televisión del gobierno se enseña a los niños que matar judíos es el máximo llamado en la vida.

¿Marruecos quizás? ¿El hogar de Casablanca y el Café de Rick? Lo lamento, una encuesta internacional de ADL descubrió que el 80 por ciento de los marroquíes albergan posturas antisemitas. Esto no es tan malo cuando se lo compara con Argelia (87 por ciento) e Irak (92 por ciento).

¿Podría ser Afganistán la bendita tierra de la moderación? Solo si no se toma en cuenta la tradición del casamiento infantil y la forma de entretenimiento popular llamada «bacha bazi» la cual consiste en vestir de niñas a jóvenes adolescentes y preadolescentes y a forzarlos a bailar ante hombres para luego hacerlos circular con propósitos sexuales. En lo que se refiere al gobierno, es probable que los rígidos talibanes que una vez gobernaron el país vuelvan a hacerlo nuevamente. No hay forma de que se los considere moderados; por otro lado, es cierto que intentaron erradicar la tradición del bacha bazi.

¿Egipto? Debe haber moderados en este país. Bueno, sí, los hay. Su líder, el presidente El-Sisi, pidió una reforma del Islam y hay otros que piensan de igual manera. Por otra parte, una encuesta de opinión pública de Pew en 2013 descubrió que el 70 por ciento de los egipcios apoyaba el azotamiento y la amputación para los ladrones, el 81 por ciento la lapidación de adúlteros y el 86 por ciento la pena de muerte para los apóstatas. El-Sisi tiene una ardua tarea por delante.

Asimismo, la inclinación general hacia las creencias y prácticas extremistas en las sociedades musulmanas hace más probable que se vuelvan violentos cuando el momento y las circunstancias sean adecuados.

¿Turquía? En efecto, durante muchas décadas, fue una nación musulmana más moderada. Se prohibió el burka y se puso a los imanes en su lugar. No obstante, el presidente actual, Recep Erdogan, parece estar decidido a recrear el califato otomano en este país. Se construyó a sí mismo, por ejemplo, un palacio de 1100 habitaciones que cuenta con guardias que visten uniformes otomanos. Hace poco, amenazó inundar Europa con cientos de miles de refugiados musulmanes.

¿Qué sucede en Irán? Allí, grandes muchedumbres conducidas por funcionarios iraníes a menudo se congregan para pedir «muerte a Israel» y «muerte a Estados Unidos». Una gran cantidad de habitantes, incluidos todos los líderes, aguardan el retorno del doceavo imán, quien desapareció en el siglo IX y se piensa que vive oculto. Existe una creencia generalizada acerca de que el «Mahdi» solo puede ser despertado de su trance por sucesos catastróficos. Esto puede ser una de las razones por la cual los dirigentes iraníes están tan ansiosos por obtener armas nucleares.

¿Indonesia? Barack Obama tiene cálidos recuerdos de sus años escolares en un país que alguna vez fue moderado, pero los tiempos cambian. De acuerdo con un informe de Gatestone Institute, allí se libra la yihad en contra de las iglesias cristianas. Turbas de musulmanes —que en ocasiones cuentan con cientos en sus filas— frecuentemente las atacan y las queman. En muchos casos, la policía es cómplice y, en vez de arrestar a los perpetradores, las autoridades locales exigen demoler más iglesias. Mientras tanto, los líderes islámicos envían mensajes de texto que dicen: «No cesaremos con la persecución de cristianos y la quema de iglesias. ¡Son los enemigos de Alá!».

¿Irán? ¿Siria? ¿Somalia? ¿Yemen? ¿En dónde reside la supuesta gran mayoría de los musulmanes moderados? ¿O solo habitan en la imaginación de occidentales esperanzados?

Quizás lo que las personas en realidad quieran decir cuando afirman que la mayor parte son moderados es que no son violentos. Como el común de la gente en todos lados, uno supone, la mayoría de los musulmanes preferiría realizar sus ocupaciones diarias en vez de involucrarse en temas sangrientos como atacar y matar a otros y, posiblemente, ser asesinados en el proceso. Sin embargo, esta propensión humana natural de evitar el comportamiento riesgoso no debería ser confundida con la moderación.

Asimismo, la inclinación general hacia las creencias y prácticas extremistas en las sociedades musulmanas hace más probable que se vuelvan violentos cuando el momento y las circunstancias sean adecuados. Es seguro apostar que los individuos que componen las turbas que queman iglesias en Indonesia pasan la mayor parte de sus vidas en actividades no violentas. Son pacíficos hasta que dejan de serlo.

Vale la pena recordar que hubo numerosas instancias donde los otrora amistosos musulmanes se volvieron en contra de sus vecinos cristianos en Indonesia, Siria e Irak en el momento en que fue seguro hacerlo.

Hay que tomar con pinzas la noción de que la gran mayoría son moderados. No se basa en ninguna prueba y crea una cantidad de expectativas no realistas. Principalmente, no nos prepara para aquellas ocasiones en que, obedeciendo a su fe, los musulmanes que alguna vez fueron «moderados» se transforman en inmoderados.