Menu
A+ A A-

Subir a nuestra barca

  • EL OBISPO ROBERT BARRON

Simón era un pescador ordinario de Cafarnaúm en Galilea.


peterboat Un día estaba en medio de sus ocupaciones diarias, lavando las redes y preparándolas para la pesca. Sin aviso previo, sin pedir permiso, Jesús subió a su barca. Esta barca lo era todo para Pedro: era su sustento, su seguridad. Y Jesús simplemente llega y se sube y comienza a dar órdenes.

Así ocurre en el orden de la gracia. El Dios verdadero no puede ser manipulado por nosotros, no puede ser controlado a través de nuestros esfuerzos. Más bien, él llega a nuestra vida, de manera espontánea e inesperada, para determinarnos y guiarnos a nosotros.

¿Qué hace entonces esta persona sorprendente y asombrosa en cuanto capta nuestra atención? Nos da una misión. En cuanto Jesús se subió a la barca de Simón, le dijo: "Navega mar adentro, y echen las redes". El mar adentro representa la obra de Dios, sus proyectos e intenciones.

Jesús incluso aclara esta misión a Pedro cuando le dice: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres" (Lc. 5:10). En esencia, lo que le dijo a Pedro fue: 'Ahora sabes de que trata la vida, cuán profunda es la dimensión que acaba de abrirse ante ti'.

En esencia, lo que le dijo a Pedro fue: 'Ahora sabes de que trata la vida, cuán profunda es la dimensión que acaba de abrirse ante ti'.

Pero, ¿qué más produce todo esto? Un sentido claro de la propia condición pecadora. En la Biblia solemos observar, al igual que en la vida de los santos, que cuanto más nos acercamos a Dios también somos más conscientes de nuestro pecado. Pero en cuanto Dios se revela a sí mismo, en cuanto entra en nuestra barca, no podemos seguir viviendo a partir de esas ilusiones reconfortantes.

Pedro dice: "Señor, apártate de mí, que soy un pecador" (Lc. 5:8). Es precisamente por esta razón que recitamos o cantamos el Kyrie al inicio de la Misa. Ante la presencia de Dios nos percatamos de nuestro pecado. No debemos tener miedo de reconocer nuestro pecado—a pesar de miles de sugerencias que vienen de nuestra cultura y que afirman lo contrario. Dios puede fácilmente lidiar con el pecado que ha sido confesado honestamente.

Nuestro Dios no tiene ningún interés en que nos preocupemos escrupulosamente por nuestro pecado; más bien, quiere que lo confesemos y que continuemos con la misión.

¿Ha irrumpido Dios en tu vida? ¿Te ha dado una misión? ¿Ha perdonado tus pecados? La respuesta a estas tres preguntas es "¡Sí!"."

dividertop

Agradecimiento

barronEl Obispo Robert Barron, "Subir a nuestra barca." Word on Fire (Marzo, 2016).

Reimpreso con permiso El Obispo Robert Barron. 

Sobre El Autor

barron1barron El obispo Robert Barron es obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Los Ángeles. También es fundador de Word on Fire y creador y conductor de un documental de 10 capítulos titulado CATHOLICISM (www.catholicism.wordonfire.org). Ha producido más de 350 videos con comentarios en línea que cuentan con más de 9.5 millones de vistas de todo el mundo. Haz clic aquí para ver su canal de YouTube. Los DVDs del obispo Barron se utilizan como recursos de formación en la fe en muchas universidades, escuelas, parroquias y hogares a lo largo de los Estados Unidos. La serie incluye Exploring Catholic Theology, And Now I See: A Theology of TransformationThomas Aquinas: Spiritual MasterHeaven in Stone and Glass: Experiencing the Spirituality of the Great CathedralsEucharist (Catholic Spirituality for Adults)Priority of Christ, The: Toward a Postliberal Catholicism, y Word on File: Proclaiming the Power of Christ.

Copyright © 2016 El obispo Robert Barron
back to top