El encuentro con Dios Santo
La historia del llamado profético de Isaías, aquel momento en que se encontró con Dios y se percató de su misión y de su vocación, sigue siendo una historia para todos nosotros.
La historia del llamado profético de Isaías, aquel momento en que se encontró con Dios y se percató de su misión y de su vocación, sigue siendo una historia para todos nosotros.
Dios está mucho más interesado en nuestro futuro que en nuestro pasado.
El Dios bíblico crea ex nihilo, es decir, de la nada, y esta noticia no tiene parangón en su bondad.
La Iglesia proclama la verdad más profunda del pecado. Se resiste a justificarlo, dar excusas o darle otro nombre. Ésta es una de las razones de la gran impopularidad que la Iglesia ha tenido a lo largo de los siglos.
Esa sensación de debilidad te libera y te da una mirada más sincera sobre tu vida.
En el verano después de mi primer año en la universidad, fui en bote con un amigo a una isla de la costa de Long Island, y nos fuimos a nadar en el Atlántico.
En el siglo VI A.C., Dios prometió, a través del profeta Ezequiel, que reuniría a su pueblo, lo purificaría y le infundiría un nuevo espíritu: "Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su propio suelo.