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¿Qué sucedió con el purgatorio?

  • EL PADRE DWIGHT LONGENECKER

¿Han advertido cuántos católicos parecen haber olvidado al purgatorio?


purgatory16 Cuando muere un ser querido, dicen "la tía Hilda se fue con el Señor" o "papá está en el cielo" o confortan a sus parientes diciendo "Jorge ya está con su querida Estela". Además, en los funerales católicos el orador muchas veces consuela a los asistentes con frases que hablan sobre que quien nos acaba de abandonar ya se encuentra en el cielo.

Eso no es católico. Es protestante.

La mayoría de los protestantes cree en la doctrina calvinista de la seguridad eterna y piensa que todas las personas que mueren van al cielo. Citan un hermoso versículo de la Biblia que dice "dejar este cuerpo para estar junto al Señor" (2 Cor 5, 8). Pero San Pablo está expresando una esperanza, no una certeza. En contexto, sus palabras son "tenemos confianza y preferimos dejar este cuerpo para estar junto al Señor".

Sin embargo, hay algo más que está sucediendo aquí además de la mera influencia de los calvinistas que creen en la Biblia. La verdadera influencia en este contexto teológico católico es el universalismo y el semi-universalismo.

El universalismo es la herejía de que todos seremos salvados y el semi-universalismo es el insípido término medio en el que la gente sabe que no puede agarrarse del universalismo y entonces dice que "existe la esperanza de que nadie esté en el infierno y de que a la larga todos se salven".

Debo destacar que en general son las personas amables y educadas de clase media alta las que se apoyan en el universalismo y semi-universalismo, quienes realmente no conocen a nadie más que no sea igual de amable, educado, atento y de media clase. No conocen a ninguna persona verdaderamente mala, pecadora y ruin y entonces no pueden imaginar que Dios pueda enviar a alguien tan amable y educado como ellos y sus amigos al infierno.

¿Cuáles son las consecuencias del universalismo y semi-universalismo? Es simplemente el tipo de religión complaciente, sentimental y que produce bienestar que vemos en el catolicismo contemporáneo.

Dado que todos seremos salvados, afirmamos a los demás suave y dulcemente que "el tío Jorge ya está en el cielo" y "tienes que sentirte feliz porque Juancito está con Jesús".

Una de las principales razones por las que hemos caído en esta trampa es que nos hemos olvidado del purgatorio.

La cultura protestante (que negó el purgatorio mucho tiempo atrás) enseña que si el ser querido no va de inmediato al cielo, entonces va de inmediato al infierno, y seguramente no querríamos decir ESO en el funeral o en una terapia de duelo. Entonces, vamos por el camino de ser amables y, hasta incluso sabiendo que ni Juancito ni el tío Jorge estaban exactamente preparados para estar en presencia del Todopoderoso, igual lo decimos.

El cielo entonces se ha convertido en una suerte de parque temático democrático con todo incluido al que todos pueden acceder y en el que todos pasan un buen rato, por los siglos de los siglos, AMEN.

Otro síntoma de esta herejía de que "el abuelo fue directo al cielo" es la cantidad cada vez menor de pedidos de misas para los difuntos que recibimos. Claro, si la gente piensa que el abuelo fue directo al cielo, no ven la necesidad de que se digan misas para el reposo de su alma.

Los protestantes y liberales no creen en el purgatorio.

Hasta llegué a escuchar a una monja liberal diciéndole a un catecúmeno "No creemos en eso desde el Concilio Vaticano II".

¡Perdón, hermana!

La doctrina católica dice que la mayoría de los cristianos al morir -si no se encuentran en estado de pecado mortal- van al purgatorio.

El purgatorio no es un tercer lugar, sino una suerte de antecámara del cielo.

Es el lugar a donde vamos para terminar la tarea. Es el lugar a donde vamos para asearnos antes de cenar.

Creer en el purgatorio es tanto compasivo como racional.

Es compasivo porque permite que exista un lugar en el que podamos terminar el trabajo de volvernos "perfectos como nuestro Padre que está en el cielo es perfecto". Es compasivo porque toma a la responsabilidad humana con seriedad y nos permite continuar cooperando con la gracia de Dios para la purificación de nuestras almas.

El purgatorio es racional porque nos damos cuenta de que muy pocos de nosotros somos santos que están listos para ir directamente a la presencia de Dios, pero también sabemos que (Dios quiera) no muchos de nosotros somos tan desesperadamente malos como para rechazar a Dios para siempre e ir al infierno.

Entonces, ¿qué debe decirse en los funerales? Podemos ser coherentes con las creencias católicas y al mismo tiempo ser compasivos.

Podemos decir, "Gracias, Dios, por la vida de Jorge. Fue un hombre maravilloso. Todos los extrañaremos y estén seguros de que continuaré rezando para que Dios complete su obra de gracia en la vida de Jorge."

Podemos decir, "Gracias, Dios, por Juancito. Esperemos que Dios continúe guiándolo hacia su vida, luz y felicidad".

El purgatorio entonces es una doctrina que no sólo está llena de compasión y de sentido común, sino que también está repleta de confianza, felicidad y esperanza eterna.

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Agradecimiento

longenecker Padre Dwight Longenecker. "Whatever Happened to Purgatory." (¿Qué sucedió con el purgatorio?) Patheos (Standing on My Head) (24 de julio 2015).

Reimpreso con el permiso del Padre Dwight Longenecker. Standing on my head es el blog del Padre Longenecker en Patheos.

Sobre El Autor

Longenecker1LongeneckerEl padre Dwight Longenecker es párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario en Greenville, Carolina del Sur. Es autor de varios libros sobre apologética, relatos de conversión y espiritualidad benedictina, entre los que se incluyen los siguientes:  The Romance of Religion — Fighting for Goodness, Truth and BeautyCatholicism Pure and SimpleSt. Benedict and St. Therese: The Little Rule & the Little WayAdventures in OrthodoxyPraying the Rosary for Inner Healing, Listen My Son: St. Benedict for FathersChallenging Catholics: A Catholic Evangelical DialogueSt. Benedict and St. Therese: The Little Rule & the Little WayMary: A Catholic-Evangelical Debate y The Path to Rome. Visite su sitio haciendo click aquí y su blog aquí, allí podrán escuchar los podcasts de sus conferencias y homilías.

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