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¿Qué es el amor?

  • EL PADRE ROBERT J. SPITZER, S.J.

Evidentemente, el amor debe comenzar con buscar la buena nueva en el otro.


motherafrica4El amor es buscar la buena nueva en el otro, llevar a la aceptación del otro como alguien a quien se puede amar, respondiendo al deseo de estar con el otro y hacer lo que le hace bien, generando la unidad con el otro, aunque sea sencillo (si no tanto) hacer el bien por el otro como por uno mismo, lo que lleva a la aceptación mutua, al compartir del ser y del hacer, y a la unidad interpersonal.

El amor no es un acto estoico en el que uno heroicamente ignora lo sucio del otro. No veo las cosas malas del otro, resaltando todos sus rasgos débiles e irritantes, y luego digo "es mi deber cristiano amar a ese ser irritante, débil, inferior y disminuido. Por eso lo haré, ¡en realidad lo voy a hacer!" Claramente, no hay amor en eso. Eso es simplemente una comparación hecha apresuradamente.

Evidentemente, el amor debe comenzar buscando la buena nueva en el otro. Desde ese punto, el amor crece casi sin esfuerzo. El verdadero amor se revela en la buena nueva, mientras que el "amor estoico" se concentra en lo malo y se felicita a sí mismo por ver más allá. A veces las buenas cosas pueden ser remotas o inaccesibles, particularmente cuando el otro actúa con espíritu cruel o creando dificultades. Incluso así, el verdadero amor permite recordar las cosas buenas y recordar que el otro es una buena noticia y no esas cosas malas que muestra transitoriamente.

La "amabilidad" del otro me saca de mí mismo y me hace querer darme al otro. El don más grande que puedo dar es mi aceptación. La aceptación significa dejar al otro ingresar en mi mundo interior, permitiendo que el otro me importe. El amor tiende a la unidad cuando se hace fácil, sino muy fácil, hacer algo por el otro como por mí mismo. Los padres, por ejemplo, con frecuencia ven que es más fácil hacer cosas por sus hijos que por ellos mismos.

El verdadero amor tiene que ver con el dar y con la reciprocidad. El espíritu tiene una necesidad inherente de crear algo de valor fuera de sí mismo. Hacemos esto en las relaciones. Una relación profunda puede llevar a la unidad, que puede convertirse en una personalidad interpersonal, en la que la conexión entre dos personas cobra vida propia. Cada uno descubre esa parte de su personalidad que se deriva de esa conexión. La persona ya no es meramente una isla autónoma, sino interpersonal, conectada a otros con varios grados de afinidad.

El cuidado del otro, la respuesta del otro y su ser, cambian algo dentro de mí: encienden mi espíritu. Además, yo enciendo el del otro y lo sé. Mi cuidado y respuesta hacen que el otro esté vivo y yo disfruto proporcionando este bien. Parece que esto justificar mi existencia. Siento que contribuyo a algo importante para el otro, al poder un efecto que puede durar una eternidad. Solo, soy solo una mera sombra de mí mismo: una sombra de lo que puedo dar, de lo que el otro puede hacer vibrar dentro de mí. Pero en una relación, estoy vivo. Desde la perspectiva del ego del segundo nivel de la felicidad, la personalidad puede aparecer como autónoma, pero desde la perspectiva del amor de la Felicidad 3, la personalidad es interpersonal. La pura autonomía podría ser el equivalente emocional a la amputación.

La unidad interpersonal profunda se convierte en una entidad viva, mi yo se convierte en un nosotros. La relación se convierte en una persona interpersonal. Cuando este grado de unidad sucede en el matrimonio o en la amistad profunda, se hace necesario para los amigos o para el matrimonio encontrar una visión común o una causa compartida que sea más grande que ambos ya que, para una relación, como en el caso de un individuo, esta debe ir más allá de sí misma o se marchitará. Hay muchas cosas buenas más allá de "nosotros mismos": proyectos comunes o ideales, niños o la comunidad, tan solo para nombrar algunos. Las relaciones no orientadas a propósitos más grandes con frecuencia se estancan. Los amantes pueden mirar los ojos del otro con tal ceguera que se pueden convertir para el otro en una piscina de Narciso: Miran tan hondo que se enamoran y se ahogan.

Mientras la ceguera es algo que se ve entre los recién casados, un matrimonio saludable crece más allá de esa fase. Las parejas cuyas relaciones han ido más allá de la ceguera tienden a incluir a otros en su unidad (aunque cada uno es capaz de relacionarse separadamente). Extenderán algo de su aceptación mutua hacia otros, incluyendo a su círculo familia. Contrariamente, las parejas cegadas no solo excluirán a los demás, sino que también evitarán tener metas más allá del otro. Sin conexiones con otros, sin pensamientos que vayan más allá de ellos mismos, sus relaciones se convierten en islas que no son más autosuficientes que cada individuo autónomo, y que simplemente son ahora el doble de grandes.

Para realizarse, el amor tiene que ir más allá de sí mismo hacia el bien mayor. El bien mayor necesita no ser una persona: La felicidad 3 puede ser experimentada a través del servicio a una causa o a un ideal. Una relación que no llegue a una meta compartida pierde su conexión con el mundo. Cuando no somos parte de un todo, sentimos una gran alienación. Sin la conexión externa, a la relación le falta una validación objetiva de su valor. Como un individuo, "una persona interpersonal" sin un propósito más grande se siente vacía e inútil. Una relación, por lo tanto, no es un fin en sí mismo. Es un medio hacia el amor y el bien". 

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Agradecimiento

Padre Robert Spitzer, S.J. "What is Love?" (¿Qué es el amor?) Tomado de Healing the Culture (Curar la cultura) (9 de Octubre de 2012).

Extracto del libro del Padre Spitzer: Healing the Culture. Publicado con autorización del the Spitzer Center.

El propósito del Spitzer Center es fortalecer la cultura, la fe y el espíritu en las organizaciones católicas para la nueva evangelización. Puede leer "Why the Spitzer Center Adopted a Catholic Mission (¿Por qué el Centro Spitzer adoptó una misión católica?" del Padre Spitzer aquí.  

Sobre El Autor

spitzerSpitzer1El Padre Robert Spitzer, S.J.  es actualmente Presidente del Magis Center de Fe y Razón y del Spitzer Center for Ethical Leadership. El Padre Spitzer fue Presidente de la Gonzaga University entre 1998 y 2009. Ha publicado 5 libros, inició seis institutos nacionales y da conferencias sobre la filosofía de la ciencia, la filosofía de Dios y ética. Ha hecho consultorías éticas para más de 300 organizaciones, incluyendo a Boeing, Caterpillar, Toyota, Costco, el Gabinete del Primer Ministro Británico, los líderes de Costa Rica, líderes protestantes y católicos en Irlanda del Norte, y en la Iglesia Ortodoxa de Rusia. El Padre Spitzer es el autor de New Proofs for the Existence of God: Contributions of Contemporary Physics and PhilosophySpirit of Leadership: Optimizing Creativity and Change in OrganizationsFive Pillars of the Spiritual Life: A Practical Guide to Prayer for Active People, Healing the Culture: A Commonsense Philosophy of Happiness, Freedom, and the Life IssuesTen Universal Principles: A Brief Philosophy of the Life Issues, así como de videos tales como Suffering and the God of LoveHealing the Culture

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