Al escuchar al Papa

Incluso dentro de la iglesia, las personas y los grupos que habitualmente han dicho que debemos ignorar la enseñanza papal, incluso en su forma solemne de una encíclica, ahora están diciendo que debemos escuchar al Papa Francisco. Esto no es una pequeña mejora y ninguna victoria pastoral pobre!

A pesar de la nueva voluntad de los antiguos aborrecedores de la oficina papal para escuchar al Papa Francisco, queda un desafío más profundo de lo que él desearía. Antes de su elección, el cardenal Bergoglio advirtió a sus hermanos cardenales sobre el peligro de la Iglesia "auto-referenciada", una iglesia absorta en sí misma que habla más de sí misma que de Cristo. Hoy, paradójicamente, parece que muchos están hablando más sobre el Papa que incluso de la iglesia o de Cristo!

Entonces que ha dicho el Papa Francisco y qué ha ocasionado esto, de cara al juicio del mundo? Irónicamente, una vez más, el Papa ha dicho que debemos prestar atención a Cristo, que nos quiere perdonar y cuyo amor está siempre a nuestra disposición. El Papa comenzó su entrevista recientemente publicada (ver artículo en la página 2) con la declaración de que él es un pecador. Esta es la primera verdad de relieve en los Ejercicios Ignacianos y en el Evangelio mismo. ¿Lo qué necesita un pecador es perdón, lo que demanda la justicia por sí mismo es la aprobación. La justicia por sí mismo, es el pecado bíblico contra el Espíritu Santo.

El Papa no es un liberal americano, ni un conservador estadounidense. Él es un discípulo de Jesucristo que ha experimentado el perdón y la misericordia de Dios y que quiere decirle al mundo sobre esto. Sus palabras caen fuera de las categorías del discurso público estadounidense, ya que la única palabra que no se puede hablar públicamente en nuestra sociedad es el perdón. La "Justicia" en la forma de castigo es el tema de la mitad de los programas de televisión y tres cuartas partes de nuestras emisiones de noticias. El Papa, por el contrario, nos invita a confesar nuestros pecados y probar la misericordia de Dios. Entonces en una vida dedicada a no volver a pecar, la enseñanza doctrinal y moral de la Iglesia encuentra su lugar.

El Papa, por el contrario, nos invita a confesar nuestros pecados y probar la misericordia de Dios. Entonces en una vida dedicada a no volver a pecar, la enseñanza doctrinal y moral de la Iglesia encuentra su lugar.

Lo que también encuentra su lugar en la vida de una persona convertida a los caminos del Señor es la oración. Algunos de los pasajes más conmovedores de detalle en la larga reflexión del Papa Francisco son los hábitos de oración que le mantienen unidos a Jesús: los salmos de la Liturgia de las Horas, el sacrificio de la Misa, el rezo del Rosario, la meditación, por lo general antes de que Jesús esté presente en el Santísimo Sacramento.

El Papa habla de la actitud del sacerdote en el confesionario, que es aceptar a cada penitente y hablarle de la misericordia de Dios. Él ha alentado muchas veces a los sacerdotes a pasar más tiempo en el confesionario, porque está seguro de que los penitentes entrarán al sacramento si lo hacemos más disponible. Sus convicciones aquí tienen sus raíces en una confesión que hizo cuando tenía 16 años, en la fiesta de San Mateo, 21 de septiembre de 1953. San Mateo fue el pecador público, el recaudador de impuestos, a quien Jesús sorprendió con una llamada a seguirlo.

El joven Jorge Bergoglio experimentó la llamada de Dios al confesar sus pecados: "Para mí, esta fue una experiencia de encuentro, me di cuenta de que alguien me estaba esperando ... Él había estado esperándome desde hace tiempo ... encontrar a alguien que esta esperándote es realmente una gran gracia, vas a El como un pecador, pero El está esperando a perdonarte ... Cuando lo buscamos, descubrimos que está esperando para darnos la bienvenida, para ofrecernos su amor. Y esto llena tu corazón con tal maravilla que casi no se puede creer, y así es como crece la fe - a través del encuentro con una Persona ".

El Papa habla a menudo de una "cultura del encuentro". El encuentro fundamental que da forma a la vida de cada ser humano y de toda la historia humana es con Dios mismo. El vivir en ese encuentro; aquellos responsables de gobernar la iglesia en nombre de Cristo han de discernir lo que hay que hacer al ver todas las cosas grandes y pequeñas, a la luz del Reino de Dios, con una preocupación especial por los pobres. Una persona de discernimiento es paciente, constante en su propósito y por lo tanto, todo lo espera. Al hablar de cómo se gobierna, el Papa presenta un modelo útil para el examen de la conciencia de cada pastor. Lo que se ha hablado y escrito es un reto y un consuelo.