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Las Sagradas Escrituras por sí Solas

  • GEORGE SIM JOHNSTON

La enseñanza protestante que señala que la Biblia es la única autoridad espiritual, sola scriptura, no se encuentra en ninguna parte de la Biblia.


biblereadingLas Sagradas Escrituras, nos lo dicen nuestros amigos evangélicos, es la Palabra infalible de Dios. Bastante cierto, responden los católicos; pero ¿cómo saben que esto es cierto? 

No es una pregunta sencilla para los protestantes, porque, habiendo tirado por la borda la tradición y a la Iglesia, no cuentan con una autoridad objetiva para los reclamos que le hacen a las Sagradas Escrituras. No existe una lista de libros canónicos en toda la Biblia, y ninguno de sus libros (con excepción del Apocalipsis de San Juan) asegura ser inspirado. Entonces, ¿cómo es que un “Cristiano de la Biblia” sabe que la Biblia es la Palabra de Dios?

Si él quiere evitar una ilación que lo conduzca a adentrarse en la Iglesia Católica, tiene solamente una manera de responder: Con argumentos circulares que apunten a sí mismo (o a Lutero o a los Ministerios de Jimmy Swaggart o a alguna otra parte y que no se mencione en la Biblia) como la autoridad infalible que le diga que así es. Tales argumentos hubieran dejado perplejo a un cristiano del siglo primero o segundo, la mayoría de los cuales nunca llegaron a ver una Biblia.

Cristo fundó una Iglesia que enseñaba. Hasta donde sabemos, Él mismo nunca escribió una palabra (excepto en la arena). Ni tampoco les encargó a los Apóstoles que escriban nada. A su debido momento, algunos Apóstoles (y otros que no eran Apóstoles) compusieron los veintisiete libros que conforman el Nuevo Testamento. Muchos de estos documentos abordan problemas específicos que surgieron en los inicios de la Iglesia, y ninguno reclama presentar la totalidad de la revelación Cristiana. Es poco probable que San Pablo incluso sospechara que su corta carta a Filomeno rogándole que perdone a un esclavo renegado algún día fuera leída como parte de las Sagradas Escrituras.

¿Quién decidió, entonces, que era parte de las Sagradas Escritura? La Iglesia Católica. Y tomó varios siglos para que esto sucediera. No fue sino hasta el Concilio de Cartago (397) y un decreto posterior del Papa Inocencio I que la Cristiandad contó con un canon fijo del Nuevo Testamento. Antes de esa fecha, una fila de falsos evangelios y escritos “apostólicos” flotaban alrededor de la cuenca mediterránea: el Evangelio de Tomás, el “Pastor” de Hermas, la Carta de San Pablo a los pobladores de Laodicea, entre otros.  Además, algunos textos que posteriormente se reconoció fueron inspirados, tales como la Carta a los Hebreos, eran controvertidos. Fue el Magisterio Católico, guiado por el Espíritu Santo, el que separó el trigo de la paja.

Pero, según los protestantes, la Iglesia Católica era corrupta e idólatra hacia el siglo IV y por ello había perdido toda la autoridad que tenía originalmente. ¿Sobre qué base, entonces, aceptan el canon del Nuevo Testamento? Tanto Lutero como Calvino no fueron claros sobre este tema. Lutero desechó siete libros del Antiguo Testamento, los llamados apócrifos en la Biblia protestante; su pretexto para hacerlo fue que los judíos ortodoxos lo habían hecho en el sínodo de Jamnia alrededor del año 90 d.C.; pero ese sínodo fue explícitamente anticristiano, por lo que sus decisiones sobre las Sagradas Escrituras hacen que sea una referencia bastante extraña para los cristianos.

La enseñanza protestante sobre el hecho de que la Biblia es la única autoridad espiritual, sola scriptura, no se puede encontrar en parte alguna de la Biblia.  San Pablo le escribió a Timoteo que las Sagradas Escrituras son “útiles” (lo cual es un eufemismo), pero ni él ni nadie en la Iglesia naciente enseñaban la sola scriptura. Y, de hecho, nadie creía en ella hasta la Reforma. Newman llamó “una paradoja intolerable” la idea de que Dios dejara pasar mil quinientos años antes de revelar que la Biblia era la única autoridad para la enseñanza de los cristianos.

Newman también escribió: "De antemano es inaceptable suponer que un libro tan complejo, tan asistemático, por partes tan oscuro, el resultado de tantas mentes, tiempos y lugares haya sido dado desde lo alto sin la salvaguarda de alguna autoridad; como si pudiera, por la naturaleza del caso, interpretarse a sí mismo…”  Y, no obstante, una vez que pusieron de lado la autoridad de la enseñanza de la Iglesia, los reformadores empezaron a discutir sobre los pasajes claves de las Sagradas Escrituras. Luther y Zwingli, por ejemplo, tuvieron un vehemente desacuerdo sobre lo que Cristo quiso decir con las palabras, “Éste es mi Cuerpo”.

San Agustín, a menudo el guía y mentor de Lutero, debería tener la última palabra sobre sola scriptura: "Pero si no fuera por la autoridad de la Iglesia Católica, yo no creería en el Evangelio".

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Agradecimiento

George Sim Johnston. "Scripture Alone." Crisis 13, no. 9 (Octubre 1995).

Reimpreso con el permiso del Instituto Morley, una organización sin fines de lucro. Para suscribirse a la revista Crisis, llame al 1-800-852-9962.

Sobre El Autor

johnstonGeorge Sim Johnston es un escritor que vive en la Ciudad de Nueva York y es editor adjunto de la revista Crisis y del Registro Católico Nacional. Sus artículos y ensayos han aparecido en Harpers, The American Spectator, Commentary, The Wall Street Journal, Harvard Business Review, Crisis, y Catholic World Report. Ha Ganado el Premio de Periodismo de la Asociación de Prensa Católica. Su libro más reciente, ¿Darwin Entendió Bien?: Los Católicos y la Teoría de la Evolución ha sido publicado por Our Sunday Visitor y puede pedirse llamando al 1-800-348-2440.

Copyright © 1995 Crisis Magazine
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