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Bullying

  • GORDON NEUFELD

Estamos tratando la conducta, combatiendo los síntomas, pero no logramos llegar a la raíz del problema.


¿Por qué algunos niños hacen bullying?

bullyingMuchos ven al bullying como un problema de conducta - que el acosador no lo hace a propósito.  De hecho, la palabra tiene connotación de instrumentalidad: los niños acosan a otros para que las cosas se hagan a su modo y continúen así.  En realidad, si lo examinamos con más detenimiento, tiene que ver realmente con instintos de apego, instintos de apego que se han distorsionado.  El apego es facilitar el cuidado - facilitar el cuidado de los jóvenes, de los débiles, de los necesitados, de los vulnerables.

Hay dos tipos de instintos. Uno de ellos consiste en depender, mirar con respecto y buscar respuestas. El otro tipo de instintos, para los cuales no tenemos un nombre en los seres humanos, pero sí en los animales, son los instintos alfa: dominar, controlar, tener la última palabra, buscar siempre ocupar el primer lugar, llevar la delantera.  Esto es tener la capacidad de controlar; lo podemos ver claramente en el mundo animal.

El problema es que, cuando los niños pierden sus sentimientos, cuando intentan escapar de la vulnerabilidad (y esto es lo que está sucediendo con nuestros niños), cuando no sólo se los impulsa a convertirse en niños alfa (aquellos que tienen la última palabra, que controlan, que pueden salir airosos en todas las situaciones), sino que además se los defiende de los buenos y del sentido de la responsabilidad que debería resultar de su conducta, nos transportamos a una escena aberrante en la que el niño ejerce un dominio verdadero aprovechándose de la vulnerabilidad de otros, que es la esencia de la definición de los niños acosadores: alimentarse de los débiles y aprovecharse de los vulnerables.  Entonces, se trata de un fenómeno de apego aberrante. Nos da a conocer la tremenda realidad de que el bullying, en términos simples, es un desorden del apego.

Hay que abordar estos problemas y poder reinsertar al acosador en la jerarquía que le corresponde. Para ello, los programas que mejor funcionan son los que introducen a los adultos en la situación para que puedan conectarse con los adolescentes (como Knitting the Generations, el cual se originó en Toronto), como así también programas que incorporan a bebés (como Bring in the babies).  Lo que se logra con estos programas es insertar al acosador en una jerarquía natural de relaciones afectuosas, que es exactamente lo que se necesita.

Y además, cuando sienten una fuerte conexión con un adulto afectuoso, se les ablanda el corazón.  Con un corazón blando, no es necesario acosar a nadie.  Si recuperan sus sentimientos, también recuperan su afecto.  Esto hace una enorme diferencia.

La cuestión en el bullying son las relaciones correctas y los corazones blandos.  El problema es que no estamos abordando el tema correctamente.  Estamos tratando la conducta, combatiendo los síntomas, pero no logramos llegar a la raíz del problema.

¿Puede reformarse un acosador?

¡Desde ya!  Sí, claro que sí, cuando logramos comprender su raíz principal, es decir, que sus instintos alfa se han distorsionado, que se han pervertido.  Los instintos alfa están allí para controlar, defender y proteger.  Son instintos maravillosos.  Sin embargo, cuando un niño debe defenderse de sus sentimientos, se pervierte y se precipita sobre los vulnerables, se aprovecha de los débiles.

Cuando el corazón se ablanda, aunque sea un poco, los instintos del acosador se colocan en el lugar correcto y el acosador comienza a proteger con ferocidad y a defender aún más a aquellos con los que se ha encariñado- y es justamente para esto que existen los instintos alfa.  Todavía hay otro problema: el niño alfa, incluso con un corazón blando, aún siente que nadie lo está cuidando, entonces deberán pensar en la posibilidad de insertarlo en un contexto de vínculos afectivos, en el que alguien en su vida pueda ejercer un dominio suave, afectuoso, pero firme, sobre ese niño.

¿Saben los padres si su hijo es acosador?

En la mayoría de los casos, no.  A veces cuesta mucho verlo en personas tan cercanas.  Los instintos del acosador pueden aflorar cuando no están con sus padres u otros familiares.

Básicamente, debemos tener en cuenta estas dos cosas:  ¿Tienen un hijo alfa que siempre debe ser el primero, que siempre tiene la última palabra y que siempre quiere controlar?  ¿Han visto que su hijo suele huir de sus sentimientos, diciendo “no me importa”, “¡y a mí qué!”, “me da igual”, está aburrido, no habla de lo que le preocupa, ha dejado de hablar de lo que lo entristece, nunca les cuenta que está horrorizado, nunca dice “estoy nervioso”, “tengo miedo”?

Esas son las combinaciones.  Tienen un hijo alfa cuyos sentimientos están adormecidos.  Pueden estar seguros de que se aprovechará de su hermano menor; de que explotará a los débiles y vulnerables.  Estos son los problemas que deben abordarse.

¿Qué deben hacer las escuelas sobre el bullying?

Pues bien, básicamente, la respuesta no sería que deben concentrarse en que los niños se lleven bien entre ellos, que sean amables entre sí y que no hieran los sentimientos de los demás.  Nunca podremos erradicar la veta mezquina de la naturaleza humana.  La veta mezquina también existe en los demás mamíferos.  Existe bajo ciertas condiciones y esas condiciones siempre se presentarán cuando algunos niños no se sientan seguros de depender de los adultos que son responsables de ellos y pierden sus sentimientos, se defienden de ello.  Podemos ver este comportamiento en los ratones.  Entonces, tenemos acosadores en todo tipo de ejemplos.  Hablé sobre esto en mi libro, en el capítulo sobre bullying.

Todas las pruebas indican que los niños están destinados a ser colocados en una relación jerárquica con aquellos que los cuidan y aquellos que dependen de ellos. Cuando eso esté en su lugar, aparecerá el afecto y el corazón se ablandará.

Lo que necesitamos hacer entonces es centrarnos en poner a los niños nuevamente en órbita alrededor de los adultos que se ocupan de ellos.  Cuando los alumnos de una clase están en órbita alrededor de la maestra o el maestro, cuando se sienten seguros con la maestra o el maestro, las relaciones que tienen entre sí toman un rumbo mucho mejor y es mucho menos probable que pasen a formar jerarquías artificiales entre ellos.

Pensemos en dos gemelos que giran en torno a su madre y a su padre, cuando tanto la madre como el padre son dominantes, no giran alrededor de cada uno de ellos; están manteniendo una relación correcta.  Si dos gemelos comienzan a girar uno alrededor del otro, uno se pondrá en modo alfa y el otro pasará al modo dependiente: están frente a una jerarquía artificial.  Y son gemelos.

Ese es el problema — nos hemos centrado en que los niños estén con sus pares, en que estén juntos de este modo a la misma edad.  No existe ninguna prueba científica sobre esto.  Todas las pruebas indican que los niños están destinados a ser colocados en una relación jerárquica con aquellos que los cuidan y aquellos que dependen de ellos. Cuando eso esté en su lugar, aparecerá el afecto y el corazón se ablandará.  Aquí es donde estamos destinados a estar.

Entonces, el problema no debería ser de los niños con sus pares.  El problema debería estar en poder recrear un contexto de conexión, en el que los niños se conecten con los adultos responsables, los maestros y quienes los asisten, y que también puedan vincularse con niños en grados inferiores, de los cuales son responsables.

Crear jerarquías naturales es la solución más fácil y más simple para este problema.  Ni siquiera cuesta dinero.  Esta sería la solución más simple y la que tiene más sentido.

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Agradecimiento

neufeldGordon Neufeld. "Bullying." The Institute of Marriage and Family Canada (Diciembre 13, 2013).

The Institute of Marriage and Family Canada lleva a cabo, compila y presenta la información más reciente y precisa para asegurar que tanto el matrimonio como una política apta para toda la familia ocupen el primer lugar en las mentes de quienes toman decisiones en Canadá.

Sobre El Autor

neufeldsmRadicado en la ciudad de Vancouver, el Dr. Gordon Neufeld es sicólogo evolutivo con más de 40 años de experiencia con niños y jóvenes y con los que se encargan de ellos. Como uno de las principales autoridades sobre el desarrollo infantil, el Dr. Neufeld es un conferencista internacional, un exitoso autor (Hold On To Your Kids) y uno de los principales intérpretes del paradigma evolutivo. Su Instituto Neufeld es una organización caritativa mundial que se dedica a la aplicación de la ciencia evolutiva a la crianza de los niños. Es padre de cinco hijos y abuelo de cinco nietos. 

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