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Cuatro sugerencias para que la tarea de educar a nuestros hijos sea más fácil

  • GREGORY POPCAK

La educación de los hijos es un trabajo duro.


Parenting6¿No sería bueno que existiera una forma de simplificar la tarea de los padres?

La Teología del Cuerpo enseña que las familias son escuelas de amor y virtud y que los padres son los principales maestros de sus hijos.  Pues bien, del mismo modo que los grandes maestros necesitan técnicas de avanzada, los padres que enseñamos las lecciones más importantes -como por ejemplo, tal como dice el Evangelium Vitae, la forma de experimentar "todos los valores que ayudan a vivir la vida como un don"- debemos valernos de las mejores técnicas que estén disponibles.

Hay muchas técnicas diferentes que los padres pueden elegir: corrección verbal, tiempos fuera, cuadros con estrellas, consecuencias y hasta incluso -aunque yo no lo recomiendo- castigos físicos.  Sin embargo, ¿cómo saben cuál de ellos servirá realmente?  Aquí proponemos cuatro sugerencias que los ayudarán a evaluar el poder de sus técnicas y a hacer que la tarea de educar a sus hijos sea mucho más fácil.

Cuatro puntos que comparten las técnicas de educación más eficaces:

1.   La técnica no puede reemplazar a la relación.

Es un hecho en la psicología familiar que las "normas sin relación de comunicación provocan la rebelión".  Las técnicas de educación no funcionan si no existe una buena relación con sus hijos.  Por ejemplo, la eficacia de la popular técnica del tiempo fuera se basa, al menos en parte, en la idea de que el niño no quiere estar lejos de ustedes.  Si la relación está deteriorada al punto que su hijo preferiría no estar con ustedes, el tiempo fuera es el premio por haberse portado mal. De hecho, paradójicamente, cuanto más la usen, peor será el comportamiento del niño.

Si encuentran que las técnicas tradicionales de retirar al niño de la escena no están sirviendo, tal vez sea tiempo de dejar de utilizarlas y concentrarse en mejorar la relación con su niño.  Pase algún tiempo sólo con su niño que no sea para corregirlo o darle lecciones.  Salgan a tomar el desayuno.  Hagan algún trabajo para el cual el niño necesite de su ayuda.  Compartan algún juego en el que el niño se destaque (aún mucho más que ustedes).   Se darán cuenta de que cuando su relación está en mejor estado, prácticamente todas las técnicas que utilicen serán más efectivas.

2.   Las técnicas efectivas deben utilizarse de inmediato.

Para que sea efectiva, la técnica debe poder ponerse a la práctica en ese mismo instante.  Si no pueden aplicarla de inmediato, deja de ser una técnica para convertirse en una amenaza.  Las amenazas son motivadores muy pobres.  Decirle a un niño "Te sacaré el juguete" (amenaza) no es tan efectivo como simplemente sacárselo en ese mismo instante.  Por ejemplo, si le están hablando a su hijo y él los ignora, no digan "Apagaré el televisor si no empiezas a escucharme".   Ahórrense las palabras.  Sólo vayan y apaguen el televisor.  Ahora sí que les prestará atención.  Después deciden si lo vuelven a encender cuando terminen de hablar.  El punto aquí es que una consecuencia que no sucede ahora mismo no termina siendo una consecuencia.  No pierdan el tiempo con amenazas, sino que concéntrense en técnicas que puedan utilizar de inmediato.

3.   Las técnicas efectivas son de fácil implementación y se pueden aplicar coherentemente.

Existen muchas técnicas de enseñanza que son grandes ideas en papel pero que al momento de aplicarlas, se derrumban.  Por ejemplo, las carteleras de estrellas (cuando los niños ganan puntos por portarse bien y los acumulan hasta obtener determinados premios o privilegios) son grandes ideas en teoría, pero resulta muy difícil implementarlas especialmente cuando se utilizan para muchos objetivos y con muchos niños.  Las técnicas de este tipo tienden a funcionar con un solo niño, para un único objetivo y durante un período de tiempo limitado.  Las mejores técnicas son las que pueden implementarse fácilmente y aplicarse en forma coherente.   No pierdan el tiempo con técnicas que requieren de mucho esfuerzo para mantenerlas.

4.   Las técnicas efectivas se dirigen al opuesto positivo.

Las técnicas efectivas no se centran simplemente en ponerle fin a un mal comportamiento, también enseñan el "opuesto positivo" (es decir, el comportamiento deseable con que los padres quieren reemplazar el comportamiento negativo).   A menudo los padres creen que si hacen un trabajo suficientemente bueno poniéndole fin al mal comportamiento, aparecerá espontáneamente el buen comportamiento en su lugar.  Las personas no suelen funcionar de ese modo.  Si un niño está portándose mal, puede ser que sea porque no sabe qué otra cosa hacer O BIEN que no sepa cómo hacer lo que sabe que está bien en ese contexto en particular o cuando estos sentimientos particulares lo abruman.  Para ser efectivos, los padres deben enseñarles a los niños lo que deben hacer en vez de eso o la forma de lograr tener el comportamiento alternativo en este contexto.

El punto aquí es que una consecuencia que no sucede ahora mismo no termina siendo una consecuencia. No pierdan el tiempo con amenazas.

Aquí es cuando fracasan los castigos en forma de gritos o golpes.  Dejan de portarse mal, pero no sirven para enseñarles nuevas aptitudes.  Al final, algunos niños se darán cuenta solos de lo que tienen que hacer, pero muchos otros dejarán de intentarlo.  Este último grupo de niños son los que en definitiva se vuelven completamente inmunes a las consecuencias o al castigo.  Una vez, un padre me dijo lo siguiente "Ya no se qué hacer.  ¡Le quité de todo, menos el aire!".  Si tiene hijos así, es probable que su forma de encarar la disciplina haya estado mucho más centrada en hacer que dejara de portarse mal sin explicarle al niño lo que debía hacer en cambio.  No es suficiente decirle al niño lo que debe hacer.  Por ejemplo, cuando era niño, me costaban mucho las matemáticas.  Tuve miles de maestros que me enseñaban lo que debía hacer, pero no pude entenderlo hasta que no tuve a alguien que se sentó a mi lado y, paso a paso, una y otra vez, me enseñó como debía usar la fórmula en miles de contextos diferentes (a pesar de que se trataba de la misma fórmula).  Lo mismo ocurre con algunos niños y su comportamiento.  El uso de técnicas que no se limitan sólo a hacer que el niño deje de portarse mal sino que también enseñan el "opuesto positivo", paso a paso y en muchos contextos diferentes (a pesar de que se trata de la misma "fórmula"), es la mejor manera de asegurarse de que no están perdiendo su energía formadora.

Más adelante, les compartiré algunos ejemplos de técnicas que cumplen con estos criterios.  Mientras tanto, si están interesados en aprender las más de 20 técnicas diferentes que les permitirán elevar la barrera del comportamiento y a la vez hacer que su vida como padres sea más fácil, háganse de una copia de Parenting with Grace: The Catholic Parents' Guide to Raising (almost) Perfect Kids.

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Agradecimiento

popcak Gregory Popcak. "Cuatro sugerencias para que la tarea de educar a nuestros hijos sea más fácil." (Four Tips To Make Parenting Easier). Patheos (Faith on the Couch) (14 de noviembre de 2014).

Reimpreso con permiso. 

Sobre El Autor

popcak1popcak Gregory Popcak es el Director Ejecutivo de Pastoral Solutions Institute, una organización dedicada a ayudar a los católicos a encontrar soluciones en la fe para problemas matrimoniales, familiares y personales difíciles.  Es autor de más de una docena de libros populares que integran una sólida teología y psicología católica, entre los que se incluyen When Divorce Is Not An Option: How to Heal Your Marriage and Nurture Lasting LoveFor Better...Forever!,  Holy Sex!,  Parenting with Grace, y   Beyond the Birds and the Bees. Para contactar a Gregory Popcak para Aseoramiento telefónico presione aquí o llame al 740-266-6461. 

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