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Acogiendo a los gais: ¿Cómo hago eso?

  • EL PADRE DWIGHT LONGENECKER

La palabra de moda en el sínodo sobre la familia, y en la discusión general sobre los homosexuales es la palabra "acogida."


homosexual Hemos de "acoger a los homosexuales".

El problema es que, en realidad, nadie explica lo que esto significa.

Espero que aquellos que tienen fuertes sentimientos sobre este asunto — que han respondido con una compasión visceral por las pobres personas homosexuales que han sido víctimas de acoso, no les importe examinar la pregunta con una mente abierta.

¿Cómo, exactamente, uno "acoge a los gais" y en qué se diferencia esa acogida que le ofrecemos a los gais a la acogida que le damos a cualquier otra persona?

Es más, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de "homosexuales" o "gais"?

Con el fin de desarrollar esta discusión, utilizaré la palabra "homosexual" para referirme a cualquier persona que experimente una atracción predominante por el mismo sexo.

Utilizaré "gais" para referirme a aquellos que son sexualmente activos y están comprometidos no solamente en relaciones sexuales con una persona del mismo sexo, sino también con lo que podríamos denominar el "activismo gay".  En otras palabras, su ser "gais" es más que una actividad sexual.  También implica un activismo político y una postura ideológica.

Me doy cuenta que es más complicado que eso, pero estas distinciones son útiles para poder discutirlo.

Si a los católicos se les llama a "acoger a los gais" entonces es obvio que esto es imposible, excepto en el caso que la "persona gay" inicie el proceso de repudiar su falsa ideología y estilo de vida anti-católico. Los gais serían bienvenidos a la fe católica como un comunista sería recibido en el partido republicano — bienvenido a cambiar su mente; bienvenido a convertirse; bienvenido a adoptar un punto de vista, estilo de vida y sistema de creencias distintos.

El estilo de vida de los gais es repugnante para cualquier católico de bien.  La ideología gay es anti-católica y el manifiesto gay es abiertamente anti-cristiano.  Cualquier intento de mezclar ambos y crear una suerte de catolicismo gay es impensable.  Sería una nueva religión que solamente podría existir mediante la destrucción de la antigua.

Al decir esto, no hay un motivo para llevar a cabo una persecución de los gais.

La Iglesia Católica es clara en relación a que todos deben ser tratados con respeto, reconociendo la dignidad humana innata de todas las personas. Los católicos, por tanto, deben considerar a los gais con la misma compasión objetiva y preocupación que tenemos por todas las personas. Vemos a los gais como vemos a todas las personas, ante todo como hermanos y hermanas, seres humanos como nosotros, creados a imagen de Dios y por ello almas eternas preciosas y buenas. Los gais podrían definirse a sí mismos por su proclividad sexual. Nosotros no. Nosotros vemos más allá para darnos cuenta que son algo más que sus deseos sexuales. Sin embargo, aceptarlos como prójimos no implica aprobar sus opciones sexuales o estar de acuerdo con su ideología.

Acoger a los homosexuales es un asunto distinto.  El homosexual, como lo definí aquí con el afán de poder discutirlo, es una persona que experimenta una atracción por el mismo sexo. Podrían no actuar según sus deseos y mantenerse célibes. Podrían elegir casarse y posponer sus deseos homosexuales. Podrían ser sexualmente activos con varias parejas, pero lamentar sus opciones. Podrían seguir el camino de la amistad — viviendo con un miembro del mismo sexo sin ser sexualmente activos.

La Iglesia Católica ya acoge a estas personas con todo el rango del cuidado pastoral. Por tanto, no llego a entender por qué hay tanta discusión y presión para "acoger a los homosexuales."

Claro, podría haber actitudes duras frente a las personas homosexuales en algunos círculos. Existen actitudes duras frente a cualquiera que sea inusual o que desafíe las normas. Así es la vida. Cualquiera que haya investigado este tema, en vez de simplemente adoptar las actitudes distraídas y los clichés de los medios de comunicación masiva, sabrán que los católicos ya tienen una gama de enfoques de preocupación, no concluyentes, e inteligentes para acoger y ayudar a las personas homosexuales.

Si quieren ser católicos fieles, que buscan seguir a Jesucristo en el camino del auto-sacrificio, el servicio y la búsqueda de la santidad, entonces ya son bienvenidos, como todas las demás personas.

La acogida que reciben los homosexuales se encuentra dentro del contexto de las enseñanzas de la Iglesia Católica. Con compasión y cuidado, se acoge a los homosexuales tal y como se acoge a todas las demás personas. Si necesitan una atención pastoral, consejo y ayuda adicionales, pueden recibirlos tal como cualquier otra persona. Si no desean tal ayuda, no se les fuerza a recibirla.

Esto nos trae a otro problema central que nadie está discutiendo en realidad, y es la es la pregunta, "¿Qué tipo de 'acogida' desean exactamente las personas homosexuales de la Iglesia Católica?" ¿Desean ser acogidos como lo son las demás personas, o quieren algún tipo de trato especial? Si quieren ser católicos fieles, buscando seguir a Jesucristo en el camino del auto-sacrificio, el servicio y la búsqueda de la santidad, entonces ya son bienvenidos, como todas las demás personas.

¿Quieren que se les asegure que simplemente porque experimentan una atracción por el mismo sexo no serán denigrados, relegados y excluidos? Puede que los gais sean denigrados porque son percibidos como el enemigo, pero no me puedo imaginar que los homosexuales experimenten tal exclusión. Yo hubiera pensado que en la mayoría de las parroquias católicas, y entre la mayor parte del clero, ocurre exactamente lo contrario — que la persona homosexual es bienvenida sin prejuicio, si él o ella realmente quiere ser parte de la familia de la fe.

¿Entonces, de qué se trata en realidad la discusión acerca de "acoger a los homosexuales"?

No se refiere a acoger a las personas con atracción por el mismo sexo.

Seamos honestos.

La única razón por la que existe esta discusión es que ciertos grupos de presión desean que la Iglesia Católica cambie su postura básica acerca de la homosexualidad.

Lo que los activistas desean es que la Iglesia Católica respalde las relaciones sexuales con el mismo sexo como una alternativa viable del matrimonio.

"Deben acoger a los homosexuales" significa "deben aprobar el sexo entre gais."

Si me equivoco en esta evaluación, entonces me alegraría que me corrijan.  Si "acoger a los gais" significa algo distinto, ¿qué podría ser?

Estamos llamados a discutir este asunto y a escuchar. Yo lo estoy haciendo.

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Agradecimiento

longenecker El Padre Dwight Longenecker. "Welcoming Gays: How Do I Do That?" (Acogiendo a los gais: ¿Cómo hago eso?) Patheos (Standing on My Head) (agosto de 2014).

Reimpreso con el permiso del Padre Dwight Longenecker. Standing on my head es el blog del Padre Longenecker en Patheos.

Sobre El Autor

Longenecker1LongeneckerEl padre Dwight Longenecker es párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario en Greenville, Carolina del Sur. Es autor de varios libros sobre apologética, relatos de conversión y espiritualidad benedictina, entre los que se incluyen los siguientes:  The Romance of Religion — Fighting for Goodness, Truth and BeautyCatholicism Pure and SimpleSt. Benedict and St. Therese: The Little Rule & the Little WayAdventures in OrthodoxyPraying the Rosary for Inner Healing, Listen My Son: St. Benedict for FathersChallenging Catholics: A Catholic Evangelical DialogueSt. Benedict and St. Therese: The Little Rule & the Little WayMary: A Catholic-Evangelical Debate y The Path to Rome. Visite su sitio haciendo click aquí y su blog aquí, allí podrán escuchar los podcasts de sus conferencias y homilías.

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