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La Eucaristía: ¿la verdadera presencia es bíblica?

  • EDWARD SRI

¿Qué quiso decir Jesús con sus misteriosas palabras en la Última Cena: "Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo... Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre..."? 


Eucharistchrist Cuando Jesús enseñó sobre la Eucaristía, habló con un realismo profundo.  En la Última Cena, no dijo "Este es un símbolo de mi cuerpo",  sino que dijo "Este es mi cuerpo...". Y cuando nos dejó su enseñanza más profunda sobre la Eucaristía, nos habló de una manera muy realista -de una manera que deja en claro que la Eucaristía no es sólo un símbolo de Jesús, sino que es su Cuerpo y Sangre que se hacen sacramentalmente presentes.

Imaginemos la escena conocida como "el discurso del pan de vida" en el capítulo 6 del Evangelio según San Juan.  Jesús acaba de hacer el milagro más grande hasta ese momento: la multiplicación de panes y pescado para alimentar a cinco mil personas.  Las multitudes sienten un temor reverencial.  Lo aclamaron como el gran "Profeta que debe venir al mundo" y querían apoderarse de él para hacerlo rey (Jn 6, 14-15).

Sin embargo, al día siguiente, Jesús dice algo que hace que el índice de aprobación del público caiga en picada, algo que hace que sus admiradores lunáticos ahora se opongan a él.  Hasta incluso que algunos de sus propios discípulos se aparten de Él.  ¿Qué dijo Jesús que fue tan polémico?  Nos enseñó que comeríamos su cuerpo y beberíamos su sangre en la Eucaristía. Primero, Jesús les dijo: "Yo soy el pan de Vida ... el pan bajado del cielo" (Jn 6, 35).  Y aclara que Él no es el pan en un sentido vago o figurado.  Concluye así "...y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo" (Jn 6, 51).

Las multitudes se escandalizan.  Dicen "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?" (Jn 6, 52).

Los judíos que escuchaban ese día no tomaron las palabras de Jesús en forma metafórica, como si debiéramos de algún modo tener que comer de su carne sólo simbólicamente.  Entienden muy bien a Jesús.  Saben que está hablando de manera realista y es por eso que están consternados.

Ahora bien, aquí está la clave: Jesús tiene muchas oportunidades para explicar sus enseñanzas, pero adviertan en qué grado eso es exactamente lo que no hace. No da marcha atrás y dice "Esperen... Disculpen... No me entendieron bien.  ¡Sólo estaba hablando en forma metafórica!". No suaviza sus enseñanzas diciendo: "sólo necesitan alimentarse de mis enseñanzas, mi sabiduría, mi amor".  Jesús hace justamente lo contrario.  Utiliza un lenguaje incluso más gráfico y más intenso para hacerlo entender: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes" (Jn 6, 53).  Y continúa subrayando cuán esencial es comer su cuerpo y beber su sangre para nuestra salvación.

"El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.  Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.  El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él" (Jn 6, 54-55).

Estas no son las palabras que utiliza quien habla en forma metafórica.  Jesús quiere darnos su mismísimo cuerpo y sangre en la Eucaristía.  De hecho, Jesús ahora utiliza una palabra para "comer" que tiene una intensidad gráfica aún mayor -trogein, que significa masticar o roer-, ¡no es una palabra que se utilizaría en forma figurada en este caso!

De hecho, Jesús ahora utiliza una palabra para "comer" que tiene una intensidad gráfica aún mayor -trogein, que significa masticar o roer-, ¡no es una palabra que se utilizaría en forma figurada en este caso!

Tan desafiante es su enseñanza que hasta incluso muchos de sus discípulos están desconcertados y dicen "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?" (Jn 6, 60).  De hecho, las palabras de Cristo sobre la Eucaristía eran demasiado como para que alguien las creyera.  Muchos de sus discípulos rechazaron a Jesús por esta enseñanza y se alejaron de él (Jn 6, 66).  Y Jesús los dejó ir.  No los persiguió diciéndoles "¡Esperen! Me malinterpretaron".  Entendieron bastante bien que Jesús estaba hablando de comer su cuerpo y beber su sangre y rechazaron esta enseñanza.  Es por eso que Jesús los dejó ir.

Entonces, está claro que Jesús quiere darnos su Cuerpo y Sangre en la Eucaristía.  Sin embargo, aún debemos preguntar porqué.  En la cosmovisión judía -bíblica- de los tiempos de Jesús, el cuerpo era una expresión de la persona entera y la vida estaba en la sangre.  Entonces, al darnos su Cuerpo y su Sangre en la Eucaristía, Jesús nos está dando su misma vida y quiere unirse a nosotros de la manera más íntima posible.  Quiere llenarnos con su vida y sanar nuestras heridas, fortalecernos en su amor y cambiarnos para que nos parezcamos cada vez más a Él.  Ese es el poder transformador que tiene la Eucaristía sobre nuestras vidas.  En la Sagrada Comunión, logramos la unión más profunda con Nuestro Señor Jesucristo que puede existir en la tierra.

Ver la primera parte de esta serie"¿Quiere Jesús realmente que comamos su cuerpo?"

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Agradecimiento

sriEdward Sri. "La Eucaristía: ¿la verdadera presencia es bíblica?" Edward Sri blog (2015). 

Reimpreso con el permiso de Edward Sri.

Sobre El Autor

sri10sri9Dr. Edward (Ted) Sri es un profesor Asistente de teología en el Benedictine College en Atchison, Kansas, y un colaborador frecuente de Lay Witness. Edward Sri es el autor de Rediscovering the Heart of the Disciple: Pope Francis and the Joy of the Gospel, Men, Women and the Mystery of Love: Practical Insights from John Paul II's Love and ResponsibilityMystery of the Kingdom (Misterio del Reino), The New Rosary in Scripture: Biblical Insights for Praying the 20 Mysteries (El Nuevo Rosario en la Escritura: Perspectiva Bíblica. Su último libro es Queen Mother: Queen Mother: A Biblical Theology of Mary's Queenship (Reina Madre) basado en su disertación doctoral que está disponible llamado a Benedictus Books al (888) 316-2640.Los miembros de CUF reciben un descuento de 10 por ciento.

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